El alcoholismo es un trastorno crónico caracterizado por la dependencia física y psicológica al alcohol, con incapacidad para controlar su consumo a pesar de las consecuencias negativas.
Se manifiesta mediante ansiedad por beber, tolerancia aumentada, síndrome de abstinencia, y deterioro en áreas personales, sociales y laborales. Las causas incluyen factores genéticos, ambientales, psicológicos (como estrés o trauma) y sociales (presión grupal o acceso fácil al alcohol).
La psiquiatría profesional aborda el alcoholismo con enfoques integrales: evaluación diagnóstica, terapia farmacológica (como medicamentos para reducir el deseo o tratar la abstinencia) y psicoterapia (terapia cognitivo-conductual o motivacional).
También se promueve el apoyo grupal (como Alcohólicos Anónimos) y la educación sobre los riesgos del consumo. La detección temprana y el tratamiento personalizado son clave para la recuperación y prevención de recaídas.
Brinda un servicio de atención integral de los problemas emocionales con la aplicación de diversos enfoques, desde el nivel individual, grupal, pareja y familia. Actualmente desarrolla una línea de investigación en efectividad del modelo de Terapia Breve Estratégica en la Universidad Autónoma de Nuevo León.
"La salud mental no es un destino, sino un proceso. Se trata del viaje que tomamos cada día para cuidar de nosotros mismos y de los demás."