El Trastorno del Deseo Sexual (TDS) se caracteriza por una disminución persistente o ausencia de interés en la actividad sexual, afectando la calidad de vida. Se manifiesta con falta de fantasías sexuales, rechazo a iniciativas íntimas y malestar interpersonal.
Puede ser causado por factores psicológicos (estrés, ansiedad, depresión), biológicos (desequilibrios hormonales, enfermedades crónicas) o contextuales (problemas de pareja, cultura represiva). La psiquiatría profesional aborda el TDS mediante evaluación integral, identificando causas subyacentes.
Los tratamientos incluyen terapia cognitivo-conductual para modificar patrones negativos, psicoterapia de pareja si es necesario, y en algunos casos, medicación (antidepresivos, terapia hormonal).
También se promueven hábitos saludables, como ejercicio y manejo del estrés, para mejorar el bienestar general y recuperar el deseo sexual.
Brinda un servicio de atención integral de los problemas emocionales con la aplicación de diversos enfoques, desde el nivel individual, grupal, pareja y familia. Actualmente desarrolla una línea de investigación en efectividad del modelo de Terapia Breve Estratégica en la Universidad Autónoma de Nuevo León.
"La salud mental no es un destino, sino un proceso. Se trata del viaje que tomamos cada día para cuidar de nosotros mismos y de los demás."